Come promuovere la cultura dell’etica e della legalità per uno sviluppo sostenibile delle comunità

Resumen

El artículo desarrolla con aproche multidisciplinar el tema de las políticas de contraste, prevención y represión de la "corrupción", entendida como factor de deterioro socio-antropológico que amenaza el bienestar de los individuos de las comunidades.

Según el análisis del contexto europeo la corrupción es un fenómeno "sistémico" por el cuyo contraste se solicita un empeño político más eficaz en cuanto «perjudica gravemente la economía y la sociedad en su complejo».

Una política seria y eficaz de contraste al fenómeno corructivo se caracterizará por al menos dos aspectos dinámicos e interactivos: por la capacidad de visión e interacción de tipo general, sistémico y programático, entre niveles diferentes, y por la capacidad de penetración en el contexto, corrección y castigo, según una perspectiva de breve, mediano y largo período. La eficacia y el éxito de una seria acción, pública, de contraste de la corrupción dependen de la voluntad de repetir a un fenómeno penetrante con precisión de investigación, de conocimiento, de método y de instrumentos que permitan programar y organizar las acciones, diferenciándolas, en razón del riesgo concreto cotejado en los sectores y niveles de gobierno, por un tiempo suficiente. Hacen falta instrumentos que potencien la capacidad de control y aquel de enhancement ético sobre el capital humano de las organizaciones, por áreas de intervención, incidiendo en el riesgo de corrupción innata en cada sistema social político y organizativo.

La prevención por la cultura de la ética y la legalidad asume juntamente un “papel” neurálgico a la formación y a la orientación del capital humano hacia los valores positivos de la integridad, de la elección del mérito y la garantía de las iguales oportunidades. Políticas de prevención que promuevan la cultura y la divulgación de la ética, de la legalidad y de la anti-corrupción en las relaciones entre privadas y públicas administraciones, además como costumbre y estilo de vida, son funcionales al objetivo de un serio contraste a la corrupción y a la ineficiencia de las Públicas Administraciones.